miércoles, 29 de septiembre de 2010

Donatas Slanina: la última muñeca

Se habla mucho de Tyronne Ellis, de Louis Bullock o de Clay Tucker. Grandes jugadores que todos tienen en común lo mismo: facilidad para anotar. Pero uno de los jugadores, de las muñecas más fiables, más deslumbrantes que ha pasado por Sevilla no es estadounidense. Es báltica, licenciada en Bussines, con un apellido que en algunos idiomas significa "jamón" y un nombre muy edulcorante.

Pasó en Sevilla varios años. En el primero deslumbró. Su debut fue inimaginable. En el segundo, su rendimiento individual bajó, aunque el equipo se clasificó para la Copa del Rey. El tercero no fue bueno en el plano deportivo, ni individual ni colectivamente hablando. El cuarto, el último, no trajo consigo el tan merecido adiós: el equipo casi desciende; sin embargo, el lituano fue uno de los culpables de que Cajasol siga todavía en ACB, gracias a sus puntos, a su anotación, a su tiro.

Hubo cantos de sirena por él año sí y año también. Pero se quedó aquí. Y poco menos que parte de la afición se alegró de que Slanina no siguiera. Muchos se arrepintieron de no haberlo vendido en su momento, pues su rendimiento fue bajando año tras año, aunque en todos los años tuvo picos altos de rendimiento, que contrastaban con otros muy bajos.

¿A que se debía? Quizás a que Donatas era un 2. Incluso un 1. Pero en Sevilla tenía que hacer la función de 3 alto: defender a jugadores más altos y más corpulentos que él y ayudar en el rebote en defensa y en ataque mostrase certero con su lanzamiento. Pronto se convirtió en muy previsible, a pesar de tener un gran abanico de recursos ofensivos: tiro con los pies en el suelo (casi infalible), tiro tras finta de salida, bote y parada en dos tiempos, corte desde el lado débil para finalizar en bandeja, tiro tras bote...

La temporada siguiente a la marcha de Donatas, se firmó a Flip Videnov. El búlgaro (loco), una de las infamias más grandes de la historia del CB Sevilla, empezó fuerte e hizo que todo el mundo pensara lo mismo: "Este es mejor que Slanina: tira, penetra, crea juego, rebotea..." pero pronto empezó con las lesiones en la espalda, a fallar tiros solo, a mostrarse descentrado, a no ayudar tanto como al principio, a esconderse... y a aparecer, como por obra de arte, cuando echaron a un entrenador que no le gustaba.

Donatas Slanina, ha sido uno de los mejores escoltas de la historia del CB Sevilla, antes Caja San Fernando y ahora Cajasol. Y con él, como con algún otro, se cumplió a rajatabla el dicho: "Otros vendrán que bueno te harán".

1 comentario:

Alberto Zeal dijo...

Donatas era un crack dentro y fuera de la pista. Cierto es que su rendimiento fue bajando, pero es que tb estaba completamente solo por fuera, ya que ni Longin, ni Larrañaga, ni Penko, perdón Manko, perdón Panko, fueron capaces de secundarle con garantías. Y como la única referencia ofensiva exterior era él, las defensas rivales lo tenían claro: había que marcarlo de cerca, lo que le impedía desplegar su baloncesto a gusto.

¿Sabías que Donatas es un apasionado del jamón serrano? Cuando se marchó de Sevilla, se llevó con él varias patas para él solo. Doy fe de que se lo comía a dos carrillos (jamás olvidaré su manera de dar cuenta del jamón en su primera Feria). ¿Y sabías que fue el único que me felicitó cuando firmé por Estadio Deportivo? Ya te lo he dicho, era un auténtico crack ^_^